La ergonomía trata de conseguir que
el centro de trabajo y el puesto de
trabajo reúna la características
precisas para evitar las lesiones y
enfermedades habituales
relacionadas con condiciones
laborales deficientes, así como para
asegurar que el trabajo sea
productivo.
Si el puesto de trabajo NO está
diseñado adecuadamente, el
trabajador puede padecer múltiples
trastornos en su salud. Entre otros,
los más frecuentes son:
- Lesiones de espalda.
- Aparición o agravación de una LER (lesiones por esfuerzos repetitivos).
- Problemas de circulación en las piernas. Las principales causas de estos problemas son:
- Asientos mal diseñados.
- Permanecer en pie durante mucho tiempo.
- Tener que alargar demasiado los brazos para alcanzar los objetos.
- Una iluminación insuficiente.
- Empleo repetido y a lo largo del tiempo de herramientas y equipos vibratorios.
- Levantar o empujar cargas pesadas. Esto conlleva que además de tener en cuenta las condiciones antropométricas del trabajador (altura de la cabeza, altura de los hombros, alcance de los brazos, altura de los codos) hay que tener también en cuenta las particularidades de los trabajadores como por ejemplo ser diestros o zurdos, etc…, para de esta manera conseguir ajustar en la medida de lo posible el centro de trabajo y puesto de trabajo al trabajador. Finalmente el objetivo es conseguir un puesto de trabajo bien diseñado, y éste es aquel que:
- Permite al trabajador modificar la posición de su cuerpo.
- Incluye tareas que estimulan al trabajador mentalmente.
- Deja margen de adopción de decisiones, a fin de que pueda variar actividades laborales según sus necesidades personales y hábitos de trabajo.
- Facilita formación e información adecuada de cómo realizar el trabajo sin riesgo.
- Dejar un periodo de ajuste a las nuevas tareas.
El asiento de trabajo debe ser
adecuado para la labor que se vaya
a desempeñar y para la altura de la
mesa o banco de trabajo, por ello
una silla ergonómica es aquella que:
- Permite ser regulada su altura y respaldo por separado.
- Permite al trabajador inclinarse hacia delante o hacia atrás con facilidad.
- Permite al trabajador apoyar la parte inferior de la espalda en el respaldo.
- Permite acercarse suficientemente a la mesa de trabajo.
LA ILUMINACIÓN Y EL COLOR
La iluminación es un factor muy importante dentro de la ergonomía.
La experiencia ha demostrado que la iluminación adecuada mejora el
rendimiento y disminuye la fatiga visual de los trabajadores así como
reduce el riesgo de accidente. Por ello en el centro de trabajo o puesto
de trabajo se debe procurar trabajar, siempre que se pueda con luz
natural y cuando la iluminación no sea suficiente se empleará luz
artificial, además:
- Se procurará que la intensidad luminosa en cada zona de trabajo sea uniforme, evitando los reflejos y deslumbramientos del trabajador.
- Se realizará una limpieza periódica de las pantallas reflectoras para asegurar su constante transparencia.
♦ Cualidad térmica. Impresión subjetiva de temperatura que producen
la gama de colores calidos y fríos.
♦ Cualidad cinética. Relacionada con el efecto movimiento que
producen los colores, creando impresión de avanzar o retroceder.
♦ Cualidad ambiental, sensación específica de confort sobre el
trabajador.
AMBIENTE TÉRMICO
El ambiente térmico influye y
altera la salud del trabajador
siempre que se esté en condiciones
anormales de calor y frío. Además
de la gran fatiga que produce
sobre el trabajador que conlleva
una bajada de productividad,
también incrementa el número de
errores y accidentes en el trabajo.
Por ello se recomienda el tomar
medidas preventivas:
♦ Frente el calor: Protección de
la radiación solar directa, con
gorras, tejados, etc. Incrementar la ventilación
natural o la extracción
localizada. Organización de
turnos y pausas, rotación de
trabajadores. Aislar aquellas
máquinas que desprenden calor
en exceso.
♦ Frente al frío: instalar
aislantes en los tejados y
paredes, disponer de techos
además de tejados, proveer de
ropa de trabajo adecuada.
Todo ello con el objetivo de
evitar las fuertes variaciones de
temperaturas en los centros de
trabajo. Ahora bien, dependiendo
del tipo de trabajo será una u otra
temperatura la óptima. (Trabajo
sedentario 17-27ºC; Trabajo ligero
14-25ºC; trabajo pesado 10-20ºC)
CALIDAD DEL AIRE EN LOS ESPACIOS INTERIORES
El aire existente en los centros
de trabajo debe ser lo más puro
posible para que las tareas que se
hayan de ejecutar en los diversos
puestos de trabajo se realicen en
las mejores condiciones. De ahí
que la ergonomía incida en el
aspecto relacionado con la calidad
del aire en ambientes cerrados y
que carecen practicamente de
ventilación natural (oficinas,
edificios públicos, centros
comerciales, etc.)
Los sintomas orginados por la
mala calidad del aire interior no
suelen ser severos y los efectos
sobre la salud pocas veces son
motivo de baja laboral.
Ahora
bien, estos pueden provocar
estrés , disminución del
rendimiento del trabajador y
ausentimso frecuente.
Por ello, velando por la salud y
bienestar de los trabajadores,
entre otras condiciones, los
centros de trabajo deben:
- Renovar el aire viciado.
- Eliminar polvos, fibras, humos, gases, vapores o neblinas.
- Tener en cuenta las concentraciones máximas admisibles de elementos contaminantes.
EL RUIDO Y LAS VIBRACIONES
La ergonomía, en el estudio del
ambiente sonoro, se centra en los
matices que no suele considerar la
higiene industrial. Para la
ergonomía el ruido puede reducir la
capacidad de comunicación de los
trabajadores, causa distracciones
y en general puede provocar
molestias y disconfort en las
personas. Pero también por el
contrario hay algunos ruidos que
pueden tener efectos positivos
como fuente informativa para el
trabajador (por ej. sonido de
herramientas y máquinas que dan
información acerca del correcto
funcionamiento) y otros que
desencadenan un estimulo sonoro.
En general los niveles
ergonómicos recomendados que
no deben sobrepasarse para
conseguir un ambiente sonoro
confortable dependen del tipo de
tarea a realizar. En los lugares de
trabajo normales se recomienda
un nivel de ruido situado entre
los 66 y los 80 dB(A). En oficinas,
se considera que los niveles de
ruido que pueden provocar
disconfort se sitúan entre los 55
y 65 dB(A), siendo mayor su
interferencia en la medida en que
la tarea requiera un mayor nivel
de concentración.
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